Cambio de pelo

Cambio de pelo

31 agosto , 2010, 2:45 pm
Filed under: Negocio Fútbol, Notas de prensa, Temas de Fútbol

Una interesante mirada sobre las Sociedades Anónimas Deportivas presenta el periodista chileno Felipe Bianchi (@bianchileiton) en su columna publicada hoy por EL MERCURIO.

En una reacción bastante absurda pero habitual entre la gente que por formación, o deformación, mira por debajo del hombro todo lo que tenga que ver con «rubiecitos», «empresarios» y «gerentes», de un tiempo a esta parte galopa por las estepas nacionales una queja -resentidona y anquilosada- contra las sociedades anónimas.

No digo que no pueda haber quejas, pero la mayoría de ellas son cosméticas, y no van al fondo del asunto. Las sociedades anónimas no se crearon -hagamos memoria- para contratar buenos jugadores, salir campeones o tener más socios. Ése podría ser, o no, el resultado de la gestión. Pero jamás el objetivo primordial. Las S.A. se crearon para otra cosa: para ordenar, profesionalizar y legalizar la casa. Y bajo ese parámetro, y no otro, es que hay que medirlas.

¿Hay más y mejores profesionales ligados a la industria del fútbol desde que aparecieron las sociedades anónimas? Sí. ¿Hay más legalidad, se pagan los sueldos y las imposiciones a tiempo? Sí. ¿Se vigila, se revisan los egresos y los ingresos de los clubes por medio de entidades externas? Sí. ¿Son los dueños solidarios con su patrimonio; responden económica y legalmente si se equivocan y dejan un hoyo financiero? Sí. Puros avances, entonces. Ésa, y no otra, era la razón para cambiar el espantoso sistema antiguo donde nadie era dueño ni responsable de nada. Cuna oscura de injusticias, estafas y manotazos descarados.

Agréguele, de yapa, que en este tiempo han bajado las cuotas de violencia en los estadios (aunque todavía falta mucho), que la mayoría de los clubes han crecido una enormidad institucionalmente (vea no más lo de Blanco y Negro y recientemente lo de Azul Azul), que la ANFP y la selección son otras, y que el Estado ha apoyado como nunca la construcción de nuevos recintos deportivos en Santiago y regiones.

Cuando la música de la fiesta la ponía gente muy poco confiable, no se hizo nada. Y por algo no se hizo nada. Ningún gobierno. Crecimiento cero se llama eso. Y no hay que hacerse el leso: debido a las cuotas de confianza que trajo en las autoridades -y en la sociedad entera- el cambio de pelo del fútbol, es que pasamos tan rápido de la era del «tablón podrido» a la del «cemento».

Decir, por ende, que las S.A. están en deuda o no han servido de nada porque se pierde con un equipo boliviano, porque ya no salen jugadores como Zamorano o Salas o porque se contrata al «Carucha» Fernández, es burdo, simplón y antojadizo. Mala leche, incluso. Gracias a Dios que la gente se dio cuenta más rápido que algunos analistas de la realidad y ya no comulga con ruedas de carreta ni se traga cualquier discurso populista y anticuado.

3 comentarios

3 comentarios so far
Deja un comentario

RSS feed for comments on this post. TrackBack URI