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Delincuentes 1- Fútbol 0
18 diciembre , 2007, 5:14 pm
Filed under: Fútbol Chileno, Violencia en el Fútbol

violencia-lda.jpgEl campeonato chileno se juega con dos torneos cortos que terminan en play off. La razón de esto es fundamentalmente económica, ya que se espera que el promedio de público aumente. Sin embargo, hay una razón deportiva: que mejor que ver a la U y Colo Colo enfrentados en instancias decisivas como solo ha sucedido un par de veces en la historia.

Por eso, que el Clausura 2007 presentara una semifinal entre los dos cuadro más populares era algo realmente interesante. Lamentablemente tras el término del partido no podemos centrarnos en la superioridad alba, ni en la falta de jerarquía azul, ni en el inteligente planteamiento del “bichi” Borghi.

Hay algo más importante, más grave y cada vez más terrible. Los delincuentes ensuciaron el fútbol y algo que ya se comentó en este mismo sitio hace algunos días ahora se generalizó.

El encuentro era normal. Colo Colo manejaba bien la presión y la U con más ganas que fútbol se había creado un par de ocasiones que no pudo concretar. Meléndez y Villaroel, viejos zorros, una vez más se las arreglaron para descontrolar al rival y “sacarlos del partido”. Osses hacía un arbitraje normal con tres errores puntuales: No cobró un penal en el área de Muñoz, debió haber expulsado a Marcelo Díaz a los cinco minutos tras tres feas faltas y a Ponce por agresión promediando el primer lapso.

Todo era propio de un partido que se jugaba a un ritmo interesante, muchísimo más intenso y caliente que lo habitual en nuestras canchas. Todo cambió cuando a los 46 minutos de juego, ya se jugaba el tiempo de descuento de la primera fracción cuando Olarra, tras provocación de Villaroel y Riffo, agrede al primero en el área contraria.

De ahí en más se acabó el fútbol y el espectáculo era otro. Terminó el primer tiempo y Osses expulsa al defensa azul que reacciona, al igual que sus compañeros, yéndose contra el árbitro que llama de inmediato a carabineros para que lo protejan.

Pinto detenidoPrimer error. El fútbol tiene leyes propias, y lo que sucede en la cancha, incluso las agresiones son materia de los tribunales propios de la disciplina, a mi parecer.

 

 

 

 

Violencia en la cancha y las gradas

La desproporcionada cifra de alrededor de 15 policías fueron en auxilio del árbitro y esto descontroló más a los jugadores azules. Olarra y algunos compañeros intentaron agredir al árbitro de la brega y carabineros reaccionó generando una gresca de más de cinco minutos.foto60020071216205734.jpg

Segundo error. Los jugadores traspasaron lo futbolístico y con ello generaron violencia en las graderías. El portero, Miguel Pinto, fue detenido y el técnico Salah tuvo que salir a rescatarlo de los carabineros. Waldo Ponce agredió con un golpe de puño a un oficial y el enredo era fenomenal. Unas 200 personas, entre carabineros, periodistas, árbitros, jugadores, cuerpo técnico y encargados seguían al medio de la cancha.

En la salida a camarines al juez le cayó de todo y los policías golpearon a un periodista con un escudo. Todo era un triste espectáculo.

lucstpp01lu1712.jpgAhí la atención se centró en los barristas de la U, que comenzaron a destruir el estadio donde hacen de local y a tirar los tablones contra carabineros. Todo mientras los “elegantes” hinchas de la tribuna bajo marquesina los aplaudían y alentaban. Los que pagan la entrada más cara, tan ordinarios y maleducados como los otros, insultaron a Sebastián Piñera y se prepararon para decirle de todo al juez del encuentro cuando saliese a la cancha.

El segundo lapso estuvo totalmente de más. Cuando se jugaba y Colo Colo imponía sus términos futbolísticos ante una Universidad de Chile que, como en el partido anterior, no era capaz de ponerse a la altura.

Lamentablemente, las miradas estaban puestas en los delincuentes que estaban tras el arco del golero colocolino. Cientos de piedras y objetos caían, como todos los domingos, desde el codo sur pero, esta vez, con mayor fuerza e intensidad que lo “normal”.

foto60020071216221119.jpgEl golazo del uruguayo Biscaysaku descontroló a la hinchada de Los de Abajo que arremetía con todo contra carabineros, se descolgaban hacia la cancha en búsqueda de más piedras y de provocar a carabineros. Se prendieron fogatas y se lanzaron tablones a la pista de atletismo.

Lo llamativo era que los asientos arrancados eran reutilizados. Un menor de edad se dejaba caer por la reja y recogía los trozos de madera devolviéndolos a la hinchada para que mejoraran la puntería.

Giovanni Hernández debía protegerse en los escudos de la policía cada vez que iba a servir un tiro de esquina. El arquero argentino de los albos decidió salir del arco para evitar los piedrazos. El descontrol era mayúsculo.

Osses paró dos veces el encuentro y por los parlantes, desde antes del comienzo de la segunda parte, se pedía calma a la barra azul. Finalmente, a los 23 minutos del tiempo de complemento se acabó el encuentro. Colo Colo pasó a la final, la Universidad de chile se quedó sin ir a la Copa Libertadores ya que sus “hinchas” les quitaron hasta lo último que se pierde: la esperanza de dar vuelta el resultado.gfremngkrebgkjger.jpg

El árbitro salió por la Tribuna Pacífico, el sector más caro y exclusivo del estadio. Vasos, papeles y muchas cosas le cayeron a su paso, lanzados por el público VIP y por sus hijos de 8, 9 y 10 años ante la sonrisa y el aplauso de sus “responsables” padres.

El error más grande

A la hora de ver las responsabilidades, es importante analizar primero, por ejemplo, que Emilio Hernández, delantero de Universidad de Chile, al salir del encuentro le dijo a un periodista de Radio Santiago: “Entiendo a los hinchas porque ellos son fanáticos y yo alguna vez estuve igual que ellos”.

¿Cómo vamos a eliminar la violencia de los estadios si uno de los protagonistas entiende y justifica la delincuencia, que además los elimina del campeonato y los torneos internacionales?

sin-titulo-2.jpgFederico Valdés, Presidente del club en cuestión dijo que no podía la institución hacer nada si alguien no los ayuda a individualizar a las personas que cometieron hechos delictuales.

Señor Valdés, yo lo voy a ayudar. Tengo a uno plenamente identificado, se llama Waldo Ponce, es el capitán del equipo del que usted es presidente y le dio un golpe de puño a un carabinero durante el segundo tiempo.

Como si todo esto fuera poco, los jugadores de la U, al menos Ponce y Rojas, antes de salir de la cancha aplaudieron a la barra que a esa hora prendía fogatas y lanzaba todo tipo de cosas a la cancha.

Todo se inició mucho antes. Cuando Colo Colo tomó el bus en el hotel rumbo al estadio, sus “fanáticos” trataron de robar los bolsos de los jugadores. Todo vino a coronar una semana para el olvido. Ya comentamos en este blog que a Alexis Sánchez le trataron de robar las cadenas en el entrenamiento albo, que Claudio Hernández, “el Kramer” estuvo dentro de la cancha en el partido de ida y tuvo el descaro de “apretar” a Pedro Morales. El último entrenamiento en el Caracol Azul casi no se realizó, porque los que “apoyan al equipo” decidieron a los 20 minutos de iniciado este, entrar a la cancha y con tackles frenar a los jugadores que arrancaban para que no les robaran camisetas, medias, u hasta pantalones de entrenamiento. Eduardo Rubio tuvo “la mala ocurrencia” de pasar por la sede de la Corfuch al terminar un entrenamiento, razón suficiente para que lo agredieran y destruyeran su automóvil.

 

¿Quiénes son los responsables? Casi todos.

En primer lugar las barras, que son lideradas por una tropa de delincuentes comunes que amenazan y con violencia dominan el espectáculo.

Los dirigentes de los clubes que patrocinan a los delincuentes entregándoles entradas para que vendan. Durante largo tiempo les han pagado por su “oficio”

Los jugadores que instigan a la violencia al agredir a carabineros.

Los jugadores que son cobardes ante los delincuentes que los asechan, que les roban y en sus declaraciones dicen que así les demuestran cariño.

Los periodistas que seguimos hablando con eufemismos como: “Infiltrados en las barras”. Somos culpables por no denunciar, por no tomar el toro por las astas y defender la actividad en la que trabajamos.

Los carabineros que se preocupan de controlar a los que quieren ir a ver buen fútbol y dejan pasar a las barras sin control. Ahí más de la mitad portan armas, están drogados o embriagados.

La ANFP que miente a la Opinión Pública haciéndole creer que los espectáculos son seguros con una organización que no tiene ni las normas mínimas. Algunos ejemplos son: La cancha estaba en un estado deplorable. El estadio estaba totalmente sucio. Los detectores de metales que instalan le suenan a todo el público, por lo que todos pasan. Los guardias se dedican a controlar a los periodistas que van a trabajar y no al hincha que va a delinquir. Muchas veces se prohíbe que los informadores de cancha hagan su labor, pero los líderes tienen acceso VIP sin credencial ninguna.

La Intendencia Metropolitana, que nunca ha podido realizar un espectáculo acorde a lo esperado.

A los jueces que no son capaces de aplicar mano dura a los hechos descritos.

¿Hasta cuando? Hasta que nos pongamos serios, hasta que nos pongamos de acuerdo todos y evitemos a estos hinchas que son un cáncer para la actividad y que ensucian lo que tanto nos gusta.

Copiémosle a los argentinos la pasión, el buen fútbol, el apoyo y el espectáculo. Si seguimos copiándole esta porquería nunca vamos a poder salir de ella.


3 comentarios so far
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ae a pepe

Comentarios por damian

el periodista que escribio esto se le nota claramente ser colocolino.
si vas a alentar a tu equipo hacelo de frente…
pero sabes que los de abajo es la hinchada mas grande y fiel de chile..

Comentarios por lukas

somos los de abajo la hinchada mas brava la q va la cancha y nadie la calla rompimos san carlos quemamos pedrero y armamos la fiesta en el mundo entero el leon el leon el leon es mi pasion el leon el leon el leon es mi pasion

Comentarios por GUSTAVO




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